-A mí me gustaría que todo el mundo, sea pobre o rico. pudiera tener un trabajo aceptable y poder disponer de un sueldo fijo.
- Que no hubiera tantísima discriminación de raza, cultura, sexo...
Tenemos la mala costumbre de perder el tiempo,
buscando tantas metas falsas tantos falsos sueños,
tenemos la mala costumbre de no apreciar lo que en verdad importa,
y sólo entonces te das cuenta de cuántas cosas hay que sobran.